Allá por el mes de Septiembre de 1991 comencé a impartir mis primeras clases de Yoga a tres valientes mujeres que se atrevieron a probar una disciplina que por aquellas fechas poca gente conocía.
Al mirar atrás recuerdo emociones de todo tipo. Vergüenzas, alegrías y tristezas, mucha satisfacción, también orgullo, entusiasmos, duelos, afectos… Han sido muchos los momentos vividos. Si calculo bien, más de la mitad de mi vida la he pasado entre los centros de Goi kale y después en Zumaburu.
Me gustaría mucho aprovechar el comienzo de curso para compartir estas celebración en compañia de tod@s los que habéis participado y crecido en este proyecto junto con l@s que puedan sentir interés y curiosidad en conocer lo que es una vida Yóguica. Muchas y fugaces sensaciones, y una sobre todas ellas, una profunda gratitud por la oportunidad de crecer día a día compartiendo momentos inolvidables.
Muchísimas GRACIAS a tod@s, sin Vosotr@s no hubieira podido vivir esta aventura.
Juanjo (Vashista)
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